Censurado por Apple Music
Los artistas independientes estamos acostumbrados a ser ignorados en gran medida por los diversos multiplicadores en el negocio de la música. Esto luego se nos vende como la voluntad del oyente. En realidad, la práctica de cobrar por transmisiones solo hace que las ventas de millones valgan la pena para los participantes institucionales del mercado. Sin embargo, esto requiere una uniformidad de gustos, es decir, una manipulación constante por parte de los grandes jugadores. Debido al afán de lucro, la selección correspondiente ya no puede ser realizada por personas porque sería demasiado costoso. La inteligencia artificial se hace cargo de esta tarea. Por supuesto, a pesar de todo el arte de los programadores, faltan algunas dimensiones humanas en la evaluación de las máquinas. Esto conduce a decisiones extrañas en casos límite. Desafortunadamente, incluso en estos casos, los jueces humanos siguen siendo demasiado caros para los jugadores. Miles de juicios erróneos se aceptan como daños colaterales siempre que la ganancia sea correcta. Se trata de estructuras despóticas que son aceptadas por la gran mayoría por la supuesta inocuidad de las consecuencias o por desconocimiento. Pero esto no quita sentido al asunto, porque hay bastantes personas que simplemente son privadas de derechos sin justificación. Spotify, el líder en el negocio de la transmisión de música, ha sido objeto de críticas públicas desde hace algún tiempo. Efectivamente, hay algunas cosas que no están del todo limpias, pero los mayores atropellos aún no se han hecho públicos porque los medios de comunicación son muy cautelosos con las estructuras de poder y los afectados suelen guardar silencio por miedo a las consecuencias en la distribución de su música. En algún momento, sin embargo, el barril de la ira se desborda y simplemente tiene que salir.
Hace unos días lancé un álbum de música llamado “Far Beyond Understanding”. Un artista independiente lo está haciendo junto con una distribuidora de música digital. Todos los archivos de sonido e imagen se cargan en un portal del distribuidor y el artista ingresa una gran cantidad de metadatos, como el título, el compositor y el género. Este proyecto es luego enviado por el distribuidor a los puntos de venta. Cabe señalar que el distribuidor ya verifica y advierte sobre información incorrecta. Algunos servicios no aceptan ciertos géneros, que es su derecho si sirven a nichos de mercado. Los principales servicios generalmente no tienen tales exclusiones siempre que no se infrinjan las leyes. He pasado por este proceso más de cien veces sin ningún problema hasta que ahora el álbum de música mencionado anteriormente ha sido rechazado por Apple. Inicialmente pensé que era un descuido y le pedí al distribuidor que lo volviera a enviar, pero fue rechazado nuevamente. Cuando el distribuidor lo preguntó, el álbum violó una regla de Apple: “se considera muy genérico para Apple Music, por lo que puede tener muchas superposiciones de derechos de autor”. Dado que el álbum es una meditación acústica y un viaje del alma y pertenece al género "Nueva Era", investigué un poco y encontré docenas de álbumes con grabaciones de cuencos tibetanos. ¿Qué hay más genérico que la grabación de un cuerpo sonoro sin contenido estructurado adicional? Las 13 pistas de mi álbum están claramente arregladas muy ingeniosamente y son piezas musicales muy diferentes. ¿Cuál es el problema?
Por supuesto que todavía estoy trabajando en averiguar la verdadera razón, pero ya tengo claro que algún detalle ha desencadenado un juicio que no es comprensible y que muy probablemente también se corregiría en un diálogo de persona a persona. Pero dado que estas consultas y quejas reducen las ganancias, se las empuja a la fuerza a un rincón y se las deja sin justificación. Probablemente ningún oyente de música sea consciente de que los servicios no pagan miles de streams a músicos independientes porque una inteligencia artificial ha detectado acciones fraudulentas. Por supuesto que existe el fraude, pero socavar los reclamos legales de terceros simplemente con una acusación porque no tienes tu propio modelo de negocio bajo control es un poco fuerte. Es como un restaurante de tarifa plana que no paga a sus proveedores porque, estadísticamente, los invitados que pagan nunca podrían haber comido tanto. Los afectados no tienen más remedio que denunciar públicamente este abuso de poder. Si el oponente actúa de manera tan grosera, también deberíamos actuar un poco más groseramente de lo que lo haríamos normalmente. Como se grita en el bosque, así suena. De ahí mi titular "Censurado por Apple".